domingo, 23 de noviembre de 2008

¿Certeza?


Te ciernes sobre mí
cobijando mi reposo
aferrando mi mano
me susurras dulcemente
“despierta conmigo”
¿será mi propia voz o tu voz?
Aunque eso ya no importe
viví mi deseo o el de otro,
colmas el espíritu de éste loco
que recostado te dijo
“no es necesario”
cuando mi piel se pegaba a tus manos
y mis ojos se fundían en suspiros.
Perderé la memoria
mis ojos y labios se secarán
pero tendré la certeza
de que sentí o quizás soñé.

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