Dijo adiós
aunque nadie escuchó
ella nunca estuvo allí,
la suya era una falsa imagen
sobre un pedestal de pago
que le quemó los ojos
después de comerse su corazón
y roerle los calzones,
era uno de esos amores que matan
mientras suplicas un minuto de gloria
y ni eso tocó, solo lo olió
pues "adiós" no es la letra de una canción
es una partitura que se escribe en presente.
© Ike