Miras
al mundo con plateados ojos
acicalados
por cortinas de infinita largura,
ronroneas
al compás sin pisar el lodo
intrigada
por el resultado de dos en la suma,
ninfa
de bardo eres, arcoíris de color
alma
de un sueño que tienta a la locura.
En
un presente imperfecto de verdades a medias
renovados
aires de un espíritu transparente
engrandece
los márgenes de mi conciencia,
sonrío
a la fortuna por tenerte enfrente
enjugando
las palabras que riman con alegría,
sería
triste homenaje de este tritón demente
tramar
sólo planes perversos que bordean la herejía,
unos
instantes sin miedo o complejos indecentes
para
hacer palidecer a la suerte que ahora me desafía,
entre
nosotros una norma, la del respeto que no duele
nada
blanco o negro o colores con estrías
desterremos
a los diablos que se cobijan y temen
a los
acordes afinados de la armonía.
©
Marina / Ike