No hay flores en el infierno
nadie recoge frutos en el invierno
almas impías salen del averno
cautivando incautos con su cálido aliento
yo mismo soy un idiota de crecimiento lento
que lamió con avidez su vientre experto
convirtiendo vida en esperpento
y sueños en silencios casi eternos,
los dulces se convierten en descompuesto alimento.
© Ike
2 comentarios:
Ninguna flor hay por allí, me animo a confirmarlo.
Duros, tus versos.
=)
Querida Mónica el invierno, jeje,que atocina mis neuronas y no me dejan ver más allá de las nubes, pero todo pasa.
Un besote.
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