viernes, 18 de septiembre de 2009

La luna es rubia en Valencia

Imaginé tus ojos sin verte
tus manos sin tocarte
y guiado por un suicida instinto
nos citamos con la suerte,
sin promesas ni contratos
salvo los de una lejana voz
me enfrenté a mis nervios,
y llenando la alcoba de palabras
mimaste mis ásperas manos
con la dulzura de los verbos olvidados
y esculpiéndome una sonrisa con besos
sentí tus manos en mi espalda
y tus labios en mi mirada.
©Ike

La farola, el banco y el mendigo


Arropado por su blanca luz
cubrió su cuerpo en su eterna resaca
mientras descansaba sus costillas
en los maderos de su otra fiel amante,
todas las noches un mismo ritual
el apuraba su cartón de vino de oferta
y ellas, amándolo en sus sueños,
una iluminando sus frías noches
otra recogiendo sus cansados huesos
pero sordo a sus calladas atenciones
sólo miraba en sus bolsillos
por si mañana se podría embriagar
y sobrevivir a la vida un día más.

©Ike

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