sábado, 3 de octubre de 2015

El errante

Desvaríos del errante
que colgamos del techo
para no oír cuando roncan
los danzantes del averno.
Desvaríos del errante
que ignoramos al pasar
dormitando en butacones
para que su lamento no nos despierte.
Desvaríos del errante
maldecido en su cuna
y que medirán de cada salto
la distancia que hacemos al abismo.
Desvaríos del errante
obsoletos e indecentes
olvidados en las calles
de la ciudad inexistente.
Desvaríos del errante
un mudo gritón enfrentado
a un ejército de sombras
que se lo comen mientras duerme.
Desvaríos del errante
viajero sin billete de retorno
al mundo que construye
donde su imagen no es diferente.

© Ike

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