sábado, 13 de noviembre de 2010

El invierno de la Almas

En el club de los perros apaleados
aquel donde la ternura se confunde con ladridos
se oyen los arañazos en las puertas
de los que suplican las migajas
a los restos de un banquete al que no son invitados,
desarrapados, heridos y deshechos
pagan a los nuevos con una cruel moneda
vengando en ellos, su propia desesperación,
quemándoles abrigos y corazas
en la soledad de los inviernos de las almas
creyéndose príncipes y princesas de cuento
cuando en la realidad
somos todos un sapo de la charca más.


©Ike

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