miércoles, 22 de octubre de 2014

Amanece o anochece, ¿quién sabe?

De la oscuridad que oculta la sombra
esa que borra los bordes, los principios y finales
donde el calor es una mera fantasía
o el deseo es esperar a que mañana amanezca,
los negros pensamientos junto a los difusos apetitos
se aman escondidos de los ojos curiosos
con una profunda música de tambores de fondo,
el tiempo pare mellizos de diferentes colores
uno negro como el Alma que los engendró
y otro blanco con una sonrisa siempre latente,
en su madurez se buscarán dos veces al día
para alimentarse uno del otro
uno oscuro que come luz o el luminoso que devora la umbría
un banquete eterno que no sacia y que vivirán eternamente.
 
 
© Ike

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