sábado, 11 de abril de 2015

La igualdad en el purgatorio

En el purgatorio de amar a quien no te ama
no atino a escupir al cielo sin que me caiga encima
quizás el mundo pare seres que deben extinguirse
esos o yo entre miles que creemos que vivimos
abonamos con nuestras cenizas una realidad paralela,
afónica y sorda a las súplicas de los condenados
rica y opulenta pero inaccesible a las peticiones,
un purgatorio que torna dulce los recuerdos
y placenteras las heridas mojadas con sal y limón,
un lugar donde comen señores y siervos en distintos salones
pero que se mezclan en los pasillos para engañas a los dioses.
Nos hicieron a unos más iguales que a otros
pero solo para respirar y lamentar lo que nunca fue
porque las lágrimas nos igualan solo en el dolor.

© Ike

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