jueves, 19 de marzo de 2009

Cuando me marche


Me marcharé sin ruido
sin despedidas ni gesto amargo
con el aroma de tu piel atado a mi memoria
y tus dedos esculpidos en mi espalda,
podré llorar sin que me veas
las lágrimas frías de la soledad
que secarán al calor de tu recuerdo
iguales a las que brillaban el junio aquel
calmadas después entre sábanas y cubiertos.
Un mudo guardían de tu memoria
ahora maldiciéndose por ciego
que visitó tu cama
llevado por la senda de los amantes;
no pude vencer tu fría mirada
tus silencios eternos
volviéndome un mendigo de tu afecto
un cachorro de mirada confiada
sin más malicia que la de mis propias canas,
desvestido de todo prejuicio
te arropé en la noche
y recé a un sordo Dios
con la única esperanza
de ver mi sonrisa reflejada en tu mirada.
No recordaré el día
que aún teniendo fuerzas
y perdida la esperanza
mis dedos ya no marcarán tu número.

2 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Cuánta tristeza volcada ne un manojode palabras!...duele y emociona leerlas!


Un abrazo.

Ángel Iván dijo...

¿y como te gustaría a ti "marcharte" o dejar algo, con mucho o poco "ruido"?
Un besazo y que tengas una deliciosa semana.

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