viernes, 7 de agosto de 2009

Reflexiones gaditanas IV


Todo terminó al comienzo
pues el inicio ya encerró un final,
se mata la inocencia con el conocimiento
y añoramos el tiempo
que fuimos felices de no conocernos,
dichosos en la ausencia
afortunados en la ignorancia
pero el cruel hado
nos cruzó en el mismo camino
poniendo nuestras vidas
en vasos con igual bebida
y ahora reniego de ese día
que bebimos el mismo néctar
con desigual efecto.
© Ike

2 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

A veces el encanto de las cosas y de las personas radica, precisamente, en la idealización que de ellas hacemos. desde la inocencia. en esas circunstancias, es preferible mantener el encanto y no cruzar la línea que nos separa de la realidad corpórea.

Un abrazo.

Ángel Iván dijo...

Perfecta interpretación de mis palabras, lo terrible es vivie en esa fantasía, a veces me recuerda a casos terribles que escuchas de personas que viven más en "second life" que en su vida real.
Lastima que en un intento de querer algo más, cruzase esa linea que tu mencionas, un fortísimo besote.

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