sábado, 5 de enero de 2013

Pesada digestión del roscón de reyes

Pasamos por la vida de las personas
convirtiéndonos en soplos de memoria
recuerdos que se borran con los días
mientras las arrugas y las canas
pueblan nuestro rostro,
"todos esos instantes
quedarán en el olvido" (*)
como replicantes del celuloide
añoramos que alguien nos recuerde
sin reconocer
que sólo somos motas en el tiempo
eternos buscadores de la inmortalidad
sufridores y prescindibles
finitos
una mera probabilidad en el espacio
sin un Dios que nos tutele
(ni falta que nos hace)
y mientras grabamos en la retina
los ojos en los que nos miramos
las manos que nos contuvieron
o los labios que susurraron nuestro nombre,
vivimos porque amamos
y somos eternos porque nos sentimos amados
aunque ese instante
tan sólo un segundo dure
amamos aunque no nos amen
pues en esa eterna búsqueda
hayamos consuelo
sobreviviendo y alimentándonos de sonrisas
o del aire que respira,
ese es el alimento de la esperanza.

©Ike


(*) pequeña licencia sacada de la película Blade Runner; que el 2013 os sea propicio. 

4 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

Maravillosos, Iván. De verdad. De los mejores poemas que te he leído. Me ha gustado muchísimo. Y hay tanta tanta verdad en lo que dices... Al final, en el fondo, lo único que queremos es sentirnos amados y poder corresponder.

Un beso muy fuerte

Ángel Iván dijo...

Gracias Novi, me has sonrojado.
El roscón debía estar cocinado con alguna droga alucinógena o con el suero de la verdad en lugar de con agua de azahar -me encanta esta palabra-, de tan simple es que creo que algunos no se lo creen.
Un enorme beso.

panterablanca dijo...

Y que grandes verdades encierra este poema.Es cierto, el amor nos hace sentir inmortales, pero como dice Jorge Drexler, no dejaremos huella, sólo polvo de estrellas. Tu poema me ha recordado su canción: http://www.youtube.com/watch?v=ka9K4MQj0T0
Muchos besos y feliz 2013 :-)

Ángel Iván dijo...

Cuando terminé de escribirlo me vino a la cabeza el final de la película Gataca y en como pequeños detalles pueden influirnos a la hora de escribir algo y ahora que oigo al genial Jorge, seguramente mucho del él estaba dentro de mi cabeza cuando lo escribí.
Besotes y un maravilloso 2013.

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